viernes, 28 de septiembre de 2012

DIARIO REFLEXIVO II


Esta semana ha ido bastante bien a mi parecer. He seguido en el mismo servicio, es decir, en la zona de curas e inyectables junto con urgencias, y también hemos seguido juntas mi compañera Natalia y yo, ya que consideran que es mejor que sigamos juntas en dicho servicio porque hay mucho movimiento, es decir, acuden muchos pacientes a esta zona.
Estos días me ha ido bastante bien en el centro, ya que me encuentro más segura en lo que realizo, y además conozco mejor al personal sanitario, por lo que me encuentro bastante cómoda en él.
En cuanto a los procedimientos tengo que decir que también los realizo con mayor destreza y seguridad, ya que al saber que materiales usar para las curas o como he de realizarlas, hacen que los resultados de éstas sean bastante efectivos.
 También tengo que decir que me encuentro bastante suelta con el programa de registro “Abucasis”, ya que hago los registros correctamente sin necesidad de que la enfermera me corrija en nada.
Con respecto a los inyectables, considero que son algo sencillo para mí, y que los realizo con seguridad y efectividad. Tengo que decir en cuanto a esto, que estoy aprendiendo que fármacos pueden mezclarse o no, y por lo tanto cambiar de plano o o inyectarlo todo junto. También he aprendido ha inyectar la medicación de tal forma que moleste lo menos posible, para ello inyecto el liquido bastante despacio, y los pacientes me lo agradecen.
También he aprendido ha realizar bastante bien los electrocardiogramas, ya que los realizo sin supervisión y me salen correctamente.
Casi todas estas actividades sanitarias las realizamos entre mi compañera y yo, normalmente sin ayuda de las enfermeras (solo cuando tenemos dudas o necesitamos su ayuda), ya que nos compaginamos muy bien en todo y formamos un buen equipo, algo que también es importante aprender en esta profesión, ya que la enfermería es un trabajo en equipo.
Esta semana también hemos realizado curas bastante complejas, como es la de un pie diabético bastante avanzado, y además estaba recién operado ya que le habían amputado dos de sus dedos. Además estaba bastante infectado, tenía mucho exudado y el olor era bastante fuerte. Por ello le curamos con productos especiales, como es el algesite ag, que es un alginato de plata, para así hacer que desaparezca la infección y reabsorber el exudado.
También tengo que decir que pienso que es bastante importante hacer un seguimiento a cada paciente, ya que casi todos los pacientes que acuden a este servicio vienen varias veces a la semana y así puedo ver su evolución.

Finalmente acabaré contando lo mas importante e impactante que me ha pasado no solo esta semana, sino en todos mis años de prácticas.
El Jueves por la mañana acudió a pediatría una niña de 5 años con vómitos y malestar general, la doctora la valoró, le recetó medicación y la envío para casa. Al poco tiempo volvió a acudir su madre y su padre con la niña en brazos; la niña estaba inconsciente y con un color azulado importante, es decir, estaba totalmente cianótica. Corriendo se la llevaron a urgencias, que es el servicio en que me encuentro yo. Me encontraba tomando la tensión a un paciente cuando entro por la puerta los padres con la niña en brazos muy grave, y un gran número de médicos y enfermeras tras ellos. El padre la soltó en la camilla y de repente todo el personal sanitario se puso en acción. Se comenzó poniendo una mascarilla con reservorio para ver si ese color azul mejoraba. Seguidamente se le tomo la saturación de oxigeno y era bastante baja, por lo que directamente se paso a utilizar el ambú. A la vez otra enfermera le ponía una vía venosa y otra le realizaba una glucemia. La glucemia era bastante alta (200) por lo que se le administro un suero fisiológico intravenoso. La niña parecía que remontaba ya que empezaba a saturar 96%. Pero después le tomaron la TA y se dieron cuenta que no había Tensión y por tanto no había pulso, por lo que se pusieron manos a la obra con la reanimación cardiopulmonar (RCP).
Mientras mi compañera Natalia y yo sacamos fuera a los demás pacientes que había en la sala, y facilitábamos a las enfermeras los materiales que nos pedían. Al ser la primera vez que nos encontrábamos en una situación de este tipo no intervinimos de una forma notoria, ya que nos encontrábamos confundidas y además estábamos muy nerviosas, al igual que el resto de médicos y enfermeras, por lo que pensamos que era mejor mantenernos observantes por si necesitaban nuestra ayuda.
 Poco después llegó el SAMUR, al que se había llamado en primer lugar. Éste monitorizó a la niña, donde se podía ver la actividad coronaria directamente. La niña se encontraba en asistolia por lo que se le administró adrenalina y atropina. El SAMUR si no remontaba y seguía en parada no tenía la intención de llevársela al hospital, ya que darían la causa por perdida, pero de repente empezó a remontar así que se la llevaron en la ambulancia realizándole el masaje de reanimación, pero la niña no llegó al hospital, y murió en la ambulancia.
La pequeña sufría  una cardiopatía del ventrículo izquierdo, por tanto, su corazón fallo y aunque todos hicimos lo que pudimos, no se salvó por desgracia. Su pediatra nos comento bastante afectada que para ella siempre había sido un milagro.
No se como explicar dicha experiencia, solo puedo decir que sentí que era la persona más afortunada del mundo, y todos los problemas que he tenido en mi vida me parecían una tontería. No me pude quitar en todo el día a la niña y a su familia de la cabeza, y sobre todo, pensaba en sus padres, en lo mal que lo tendrían que estar pasando y en la niña, que con solo 5 años había dejado este mundo para siempre.
La sensación que tenía durante el momento d e la reanimación de la niña era angustiosa, con sensación de oclusión en el pecho, solo quería que la niña se salvase. Nunca olvidare dicha situación, ya que fue muy impactante para mí, al ser la primera vez que me encontraba en una parada cardiorrespiratoria y encima con una pequeña de 5 años, algo que jamás imaginaba.
Sé que como enfermera me encontraré muchas situaciones de este tipo, y espero trabajar con la misma destreza que lo hicieron las enfermeras del centro, ya que para mí lo hicieron muy bien y fueron muy valientes, porque además en un centro de salud no están tan acostumbradas a este tipo de sucesos y a pesar de ello manejaron la situación con mucha destreza aunque acabara en un final muy triste. Sé que esto me va a servir para un futuro, tanto para desenvolverme si me pasa una situación así, y para hacerme más fuerte en cuanto a los sentimientos que pueda sentir al respecto.

"SON POCOS LOS MOMENTOS EN LOS QUE NOS DAMOS CUENTA LO AFORTUNADOS QUE SOMOS"


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