Esta
semana ha ido bastante bien a mi parecer. He seguido en el mismo servicio, es
decir, en la zona de curas e inyectables junto con urgencias, y también hemos
seguido juntas mi compañera Natalia y yo, ya que consideran que es mejor que
sigamos juntas en dicho servicio porque hay mucho movimiento, es decir, acuden
muchos pacientes a esta zona.
Estos
días me ha ido bastante bien en el centro, ya que me encuentro más segura en lo
que realizo, y además conozco mejor al personal sanitario, por lo que me
encuentro bastante cómoda en él.
En
cuanto a los procedimientos tengo que decir que también los realizo con mayor
destreza y seguridad, ya que al saber que materiales usar para las curas o como
he de realizarlas, hacen que los resultados de éstas sean bastante efectivos.
También tengo que decir que me encuentro
bastante suelta con el programa de registro “Abucasis”, ya que hago los
registros correctamente sin necesidad de que la enfermera me corrija en nada.

También
he aprendido ha realizar bastante bien los electrocardiogramas, ya que los realizo
sin supervisión y me salen correctamente.
Casi
todas estas actividades sanitarias las realizamos entre mi compañera y yo,
normalmente sin ayuda de las enfermeras (solo cuando tenemos dudas o
necesitamos su ayuda), ya que nos compaginamos muy bien en todo y formamos un
buen equipo, algo que también es importante aprender en esta profesión, ya que
la enfermería es un trabajo en equipo.
Esta
semana también hemos realizado curas bastante complejas, como es la de un pie
diabético bastante avanzado, y además estaba recién operado ya que le habían
amputado dos de sus dedos. Además estaba bastante infectado, tenía mucho
exudado y el olor era bastante fuerte. Por ello le curamos con productos
especiales, como es el algesite ag, que es un alginato de plata, para así hacer
que desaparezca la infección y reabsorber el exudado.
También
tengo que decir que pienso que es bastante importante hacer un seguimiento a
cada paciente, ya que casi todos los pacientes que acuden a este servicio
vienen varias veces a la semana y así puedo ver su evolución.
Finalmente
acabaré contando lo mas importante e impactante que me ha pasado no solo esta
semana, sino en todos mis años de prácticas.
El
Jueves por la mañana acudió a pediatría una niña de 5 años con vómitos y
malestar general, la doctora la valoró, le recetó medicación y la envío para
casa. Al poco tiempo volvió a acudir su madre y su padre con la niña en brazos;
la niña estaba inconsciente y con un color azulado importante, es decir, estaba
totalmente cianótica. Corriendo se la llevaron a urgencias, que es el servicio
en que me encuentro yo. Me encontraba tomando la tensión a un paciente cuando
entro por la puerta los padres con la niña en brazos muy grave, y un gran
número de médicos y enfermeras tras ellos. El padre la soltó en la camilla y de
repente todo el personal sanitario se puso en acción. Se comenzó poniendo una
mascarilla con reservorio para ver si ese color azul mejoraba. Seguidamente se
le tomo la saturación de oxigeno y era bastante baja, por lo que directamente
se paso a utilizar el ambú. A la vez otra enfermera le ponía una vía venosa y
otra le realizaba una glucemia. La glucemia era bastante alta (200) por lo que
se le administro un suero fisiológico intravenoso. La niña parecía que
remontaba ya que empezaba a saturar 96%. Pero después le tomaron la TA y se
dieron cuenta que no había Tensión y por tanto no había pulso, por lo que se
pusieron manos a la obra con la reanimación cardiopulmonar (RCP).
Mientras
mi compañera Natalia y yo sacamos fuera a los demás pacientes que había en la
sala, y facilitábamos a las enfermeras los materiales que nos pedían. Al ser la
primera vez que nos encontrábamos en una situación de este tipo no intervinimos
de una forma notoria, ya que nos encontrábamos confundidas y además estábamos muy
nerviosas, al igual que el resto de médicos y enfermeras, por lo que pensamos
que era mejor mantenernos observantes por si necesitaban nuestra ayuda.
Poco después llegó el SAMUR, al que se había
llamado en primer lugar. Éste monitorizó a la niña, donde se podía ver la
actividad coronaria directamente. La niña se encontraba en asistolia por lo que
se le administró adrenalina y atropina. El SAMUR si no remontaba y seguía en
parada no tenía la intención de llevársela al hospital, ya que darían la causa
por perdida, pero de repente empezó a remontar así que se la llevaron en la
ambulancia realizándole el masaje de reanimación, pero la niña no llegó al
hospital, y murió en la ambulancia.

No se
como explicar dicha experiencia, solo puedo decir que sentí que era la persona
más afortunada del mundo, y todos los problemas que he tenido en mi vida me
parecían una tontería. No me pude quitar en todo el día a la niña y a su
familia de la cabeza, y sobre todo, pensaba en sus padres, en lo mal que lo
tendrían que estar pasando y en la niña, que con solo 5 años había dejado este
mundo para siempre.
La
sensación que tenía durante el momento d e la reanimación de la niña era
angustiosa, con sensación de oclusión en el pecho, solo quería que la niña se
salvase. Nunca olvidare dicha situación, ya que fue muy impactante para mí, al
ser la primera vez que me encontraba en una parada cardiorrespiratoria y encima
con una pequeña de 5 años, algo que jamás imaginaba.
Sé que
como enfermera me encontraré muchas situaciones de este tipo, y espero trabajar
con la misma destreza que lo hicieron las enfermeras del centro, ya que para mí
lo hicieron muy bien y fueron muy valientes, porque además en un centro de
salud no están tan acostumbradas a este tipo de sucesos y a pesar de ello manejaron
la situación con mucha destreza aunque acabara en un final muy triste. Sé que
esto me va a servir para un futuro, tanto para desenvolverme si me pasa una
situación así, y para hacerme más fuerte en cuanto a los sentimientos que pueda
sentir al respecto.
"SON POCOS LOS MOMENTOS EN LOS QUE NOS DAMOS CUENTA LO AFORTUNADOS QUE SOMOS"
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